Un Comunicador para el cambio social
Entrevista a Daniel Solano, Comunicador Social
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La comunicación para el desarrollo social, la paz y la verdad.
Daniel Solano Naranjo es un Comunicador Social Especialista en Gerencia, Magíster en planificación urbana y regional con estudios en estrategia de la ONU. Actualmente trabaja como coordinador en el programa de diálogos social para la macro del Magdalena Medio de la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición; contará cómo se ha llevado a cabo el proceso de la Comisión para la Verdad y La Paz en Barrancabermeja y cómo beneficia este proyecto a las víctimas del Magdalena Medio.
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J.P.: Daniel ¿Qué es la Comisión de la Verdad y La Paz?
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D.S.: “En el marco del acuerdo final para la terminación del conflicto, construcción de una paz estable y duradera suscrito por el gobierno de Colombia y las Fuerzas Revolucionarias de Colombia, mediante el acto legislativo 01 del 2017 y el decreto 588 del 2017, se crea la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia, la no repetición como un mecanismo de carácter temporal y extrajudicial del sistema de verdad, justicia, reparación y no repetición. Para conocer la verdad de lo ocurrido en el marco de conflicto armado y contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones cometidas durante el mismo y ofrecer una explicación amplia de su complejidad a toda la sociedad”.
J.P.: ¿Cuál es la misión de la Comisión para la Verdad y La Paz?
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D.S.: “Este sistema surge de la firma de la paz en Colombia, está compuesto por la Jurisdicción Especial para la Paz, la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia, la no repetición y la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas, además, las medidas de reparación integral para la construcción de paz; es así como la Comisión tiene por misión buscar el esclarecimiento de los patrones y causas explicativas del conflicto armado interno, que satisfaga precisamente los derechos de las víctimas y la sociedad a esa verdad, también, que promueva el reconocimiento de lo sucedido, la convivencia en los territorios y que contribuya a sentar las bases para que esto no se vuelva a repetir, a través de un proceso de participación amplio, plural para la construcción precisamente de esa paz estable y duradera que todos queremos”.
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J.P.: Es interesante conocer el proceso que se está llevando a cabo en el Distrito de Barrancabermeja y en ese sentido ¿Cuáles son los objetivos de la Comisión?
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D.S.: “Los tres objetivos son: el primero tiene que ver con contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto armado; el segundo es promover y contribuir al reconocimiento, eso significa el reconocimiento de las víctimas que vieron sus derechos vulnerados y el tercer objetivo es promover la convivencia en los territorios”.
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J.P.: ¿Cuáles son las territoriales en las que ha trabajado?
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D.S.: “La Comisión tiene un despliegue territorial en todo el país a través de 11 macro regiones y entre ellas está: la macro del Magdalena Medio que se encuentra compuesta por tres territoriales que son Aguachica, La Dorada y Barrancabermeja. En ese contexto desde el diálogo social en la macro del Magdalena Medio, hemos desarrollado cuatro iniciativas, en la territorial La Dorada acompañamos el proceso de retorno a la vereda el Congal, en la territorial Aguachica acompañamos el proceso soberano comunitario por la vida, la justicia y la paz en el municipio de Morales, con un proceso denominado acuerdos de convivencia para garantizar el derecho a la vida, la verdad, la tierra y Barrancabermeja llevamos a cabo el proceso de diálogo denominado Barrancabermeja conversa por la vida, la dignidad y la verdad”.
J.P.: ¿Cómo este proceso de territorialidad beneficia a la comunidad barranqueña?
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D.S.: “En el Magdalena Medio el diálogo llamado ‘Barrancabermeja conversa por la vida, la dignidad y la verdad’, se logró concertar entre diferentes actores como: víctimas, excombatientes, empresarios, organizaciones sociales y la institucionalidad, lo que se denomina factores de persistencia del conflicto en la ciudad, lograron identificar entre ellos las alianzas de lo legal e ilegal, la puja por el control territorial, la inequidad, la estigmatización y la impunidad.
Son elementos que permiten la persistencia del conflicto en el territorio, que si bien no tiene una expresión tan cruda como se vivió en el período de 1998 al 2000, esos rumores o vientos de guerra persisten allí, son los componentes que permiten que esto no se haya dado; el diálogo arrojó unas recomedaciones para que lo ocurrido en el marco del conflicto no se vuelva a repetir y van en el informe final que se presentará a La Comisión de la Verdad y La Paz”.
J.P.: ¿Cómo se direccionó el proceso de la Comisión para la Verdad y La Paz a nivel macro del Magdalena Medio?
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D.S.: “A través del diálogo social llevamos a cabo los acuerdos por el agua, Río grande de la Magdalena, Ríos de Verdad y Vida, este proceso parte de un conceso de afectaciones generadas por el conflicto armado y la resistencia de las comunidades del Río Magdalena; tiene como objetivo generar un acuerdo que permita dimesionar al Río como un sistema vital, una casa común donde las formas de relacionarnos no sea eliminando al otro, silenciando o desplazándolo, sino que el diálogo entre ellos sea la ruta para llegar a concesos”.
J.P.: Daniel, en el proceso del diálogo social ¿Cuáles han sido las etapas que se han llevado a cabo?
D.S.: “Este proceso tuvo tres etapas: en la primera partimos de un concenso de las afectaciones generadas por el conflicto armado; la segunda fue la construcción de los acuerdos de procesos que dio como resultado un acuerdo de intenciones para crear una plataforma de gobernanza para la proteccion del Río y la paz, la tercera fue la entrega del legado y la firma de los acuedos que se llevo a cabo el pasado 12 de noviembre del 2021”.
J.P.: Según el diálogo social, en el Magdalena Medio ¿Cuál es la característica principal de esta iniciativa?
D.S.: “Surge como un proceso endógeno, es decir, ser parte de un diálogo amplio con bases sociales, con actores a través de lo que llamamos conversatorios multilaterales y bilaterales, con el acompañamiento de un grupo motor que está integrado por diferentes instituciones como: el programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, programa de Desarrollo y Paz del canal del Dique, la Diócesis de Barrancabermeja, la Asociación de Pastores del Magdalena Medio, tres federaciones de pescadores, Ecopetrol, diferentes instituciones, comunidades de colectivos, activistas, ambientalistas, etc., hubo una amplia gama de ciudadanos que participaron en estos escenarios de diálogos. Son actores con posturas diferentes, el proceso permitió un espacio de encuentro donde todos acordemos el cuidado del Río y la vida que es sagrada”.
J.P.: De los proyectos comunitarios que ha liderado y la experiencia que ha adquirido, ¿Cómo Comunicador Social cuéntenos qué ha sido lo más complejo de su labor?
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D.S.: “Para un Comunicador Social lo más complejo es aproximarse a eso que llamamos la objetividad, desde una postura que busque el bien común como propósito superior, ya que, como seres humanos gracias nuestro desarrollo en determinado contexto, estamos cargados de experiencias, criterios e ideas sobre la realidad y posturas que en ocasiones pueden generar riesgos a la hora de abordar un tema o al desarrollar alguna actividad. En el caso de un Comunicador Social en ocasiones requiere despojarse de esos elementos para aproximarse a la verdad. Lo que más me apasiona es la integralidad de los procesos que contribuyen al desarrollo de comunidades desde la educación, economía, cultura entre otras”.
J.P.: Como Comunicador para el cambio social ¿Cuál es el motivo para seguir desenvolviéndose en la comunicación?
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D.S.: “Mi gran interés se centra en la posibilidad de aportar desde la visibilidad de los procesos sociales, que muchas personas puedan lograr esa realidad, la vida querida. El simple hecho de informar ya es un ejercicio que aporta a reducir las brechas de la desigualdad cuando se muestra la realidad que viven muchas personas, creando estrategias para que las comunidades puedan generar procesos que les permitan mejorar su calidad de vida; cuando se pone en común lo que la gente hace, las razones por las cuales lo hace, esto contribuye a inspirar, denunciar, alentar, en algunas ocasiones también a repudiar. Por eso, la gran responsabilidad que tiene el comunicador desde el lugar donde esté ejerciendo, es informar con veracidad y compromiso”.
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Campaña #UnMinutoDeVida para visibilizar la conmemoración de la masacre del #28deFebreroDe1999
El trabajo de un Comunicador para el cambio social, va más allá de dedicarse a proyectos para el desarrollo, sino en el logro con las comunidades, la construcción que se hace y así mismo adquirir las mejores experiencias, evidenciando la paz, el diálogo y el desarrollo de las víctimas que buscan el esclarecimiento de lo sucedido en tiempos de guerra en el marco de la Comisión para la verdad.
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