CANTAGALLO: YA NO SOMOS PUERTO SOBRE EL RIO
Por: Fernando Pava.
Esta historia se desarrolla en la población ribereña de Cantagallo en la gran cuenca del rio Magdalena, perteneciente al departamento del Bolívar, limitando éste en la otra orilla del gran río con Puerto Wilches departamento de Santander, interceptado físicamente con una serie de islas que interrumpe una visión directa entre sus puertos, pero que coinciden en tener bajo el subsuelo el gran recurso energético que ha causado tantas guerras, invasiones,, muertes y desgracias en el mundo como es “El Petróleo “, que paradójicamente debía ser sinónimo de riqueza, progreso y desarrollo, hoy ésta población se encuentra inmersa en un abandono total, víctima del saqueo de su presupuesto y regalías, desde antes y durante su vida municipal, sin esperanza alguna de un cambio en la voluntad de sus gobernantes locales ni departamentales, digna de una de las historias Macondianas del realismo mágico del Nobel escritor Gabriel García Márquez.
Respecto a el nombre de esta población, deriva a que en esta región hábitó un mítico cacique indígena de nombre “Huacagallo” obedeciendo el cambio a una deformación idiomática.
Según un impreso toponímico que data del año 1778, aparece como un punto geográfico sobre el río Magdalena, por los que pasó la carrera del correo principal entre Santa Fé de Bogotá y Cartagena en la época de la colonia. Pero como población data del año 1938, siendo un caserío poblado por indígenas, negros y mestizos dedicados a la pesca.
De ésta manera todo cambia
en el año 1948, al descubrirse en sus entrañas el preciado petróleo, a través de la compañía Socony Vacum Petroleum, ocasionando la llegada de inmigrantes de todas las regiones, principalmente de Barrancabermeja y Puerto Wilches, trayendo consigo un impacto Social y Cultural en sus pobladores, transformando su puerto en un atracadero de grandes embarcaciones, (buques) cisternas en el que transportaban el petróleo extraído.
Cantagallo fue erigido municipio el 13 de Diciembre de 1.994, podía creerse que ya recibiendo los recursos de regalías por parte de Ecopetrol, más los ingresos captados por impuestos, se catapultaria como una población en desarrollo y progreso para la región y sus habitantes, convirtiendose en una ciudad prospera, después de tres décadas y media de estar recibido multimiillonarias sumas de dinero en su presupuesto, lamentablemente hoy se encuentre en el estado más deplorable e infame, a que puede estar sometido un municipio petrolero del territorio nacional.
De tal forma, hoy día es un municipio que carece de fuentes de empleo, su economía gira alrededor de lo que genera la Alcaldía en sus cargos públicos; la agricultura es artesanal prácticamente excepto la de los campos tecnificados de los palmicultores, no tiene seguridad alimentaria, son pocos los productos agrícolas de pancoger que se da en la región, abasteciendose de municipios aledaños; la pesca que fue el fuerte desde sus ancestros, prácticamente ha desaparecido, son muy pocas las familias que conservan aún la tradición, agregandole además las dificultades que se presenta en los acuíferos que facilitaban ésta labor, problemática en el que haremos énfasis más adelante.
Ecopetrol se ha convertido en la principal fuente de empleo, a través de empresas contratistas, tercerizando la mano de obra que se requiere para ejecutar los trabajos relacionados a ésta industria, pero creando asimismo el problema del desplazamiento de la mano de obra local; a la comunidad se ha visto forzado en un trabajo unificado junto con la Unión Sindical Obrera, defender su localización con estas empresas foráneas, sumándose además el mediano interés que ha mostrado la estatal petrolera, por suministrar la oportunidad a conformidad de la población local, a profesionales y obreros de la región a pesar de haberse capacitado para estos menesteres.
En atención a la problemática del Agua, algo muy importante al que le daremos una connotación muy importante por ser uno de los recursos naturales esenciales para la vida, esencial para el ser humano, hoy en día presenta una de los escollos más graves de ésta “otrora ribereña” población. El municipio de Cantagallo carece de acueducto, la población se autoabastece por medio de pozos artesanales fabricados en sus hogares, amenazados por el fantasma del “Fracking”, técnica de explotación no convencional del petróleo, según expertos produce daños en el ecosistema irreversibles principalmente en los acuíferos subterráneos, y que se ha prohibido en algunos países europeos y en Estados del poderoso país del norte :EEUU.
Sucede pues, que la población no cuenta con el servicio de agua potable, debiendo ser suministrada por la empresa social del estado representado por la Alcaldía Municipal; la infraestructura existente se abastecía del río Magdalena, el cual a cambiado su curso por obra de la naturaleza o por intervención de los humanos, Cantagallo no tiene rio, el puerto se perdió, donde en una época atracaban los buques cisternas petroleros , las lanchas que hacían el recorrido por los puertos de la ribera del gran río de la Magdalena trayendo consigo el progreso, la tecnología, el comercio de los productos que abastecían sus demandas, están vetados para Cantagallo.
En éste sentido podemos verificar que hoy quedan solo unas gradas de un muelle sin río, con un panorama desolador de arena y maleza que se une prácticamente con la isla 4 como le llaman a ese campo productivo de Ecopetrol y de dónde se extrae como sanguijuelas las riquezas de sus entrañas, sin brindarle a cambio un mantenimiento a este importante brazo del río, que es vital para el desarrollo de esta población que le ha dado tanta riquezas al país.
Asimismo la comunidad a quedado sometida a que en el año y en épocas de invierno se cruce atrevidamente un hilito de agua, habilitando por contados días los embarcaderos del pueblo, viéndose la alegría y movimiento que genera la actividad comercial, pero que cambia intespestivamente, secándose, volviendo a quedar incomunicado.
Por consiguiente la población nativa, trabajadores foráneos o propios que laboran en ambos lados del río, por los campos de producción de Ecopetrol, les toca desplazarse por lo que antes era el lecho del río, atravesando una interminable playa llena de malezas y alimañas en un recorrido de más o menos dos kilómetros, para encontrar nuevamente el cause del río y embarcar en improvisados puertos nómadas, ya que éstos son movidos según el comportamiento del río, alejándose cada día más del casco urbano del Municipio.
Lo grave y para colmo de males, es que pareciera que ésta población no tuviera dolientes, los años pasan y el problema sigue aumentando, por parte de Ecopetrol no le urge interés por la sencilla razón de que el preciado crudo ya no lo carga en barcos cisternas, transportándolo a través de oleoductos que atraviesan el río ubicándolo en Puerto Wilches para ser bombeado finalmente a las diferentes refinerías del país.
De igual manera Cormagdalena después de los escándalos por los hechos de corrupción, han tenido paralizados los trabajos del mantenimiento y dragado de las cuencas, convertido de por si en un fortín burocrático inepto.
De ahí que existe un rumor en la población que tendremos como tarea investigar y confirmar con las fuentes, “Ecopetrol quiso hacer el dragado de ese brazo del Magdalena que costea por Cantagallo, pero que Cormagdalena lo impidió presionando al Ministerio del Medio Ambiente para no darle las licencias pertinentes con el fin de ejecutar ellos mismos (Ecopetrol) el dragado y lograr con esto que la Petrolera mas bien gire los dineros a la Corporación, a lo que Ecopetrol se ha negado temiendo que ese dinero se pierda y quede en la carga burocrática de esa institución y mucho menos entregarlo a través de la Alcaldía local, que todo lo desaparece”.
Este es un el primer informe de este reportaje, desde Cantagallo sur del Bolívar, exclusivo para la revista COMPAZ , del Instituto Universitario de la Paz Barrancabermeja.