La salud en Barrancabermeja: un sistema condenado a muerte
Por: Astrid Carolina López Reyes.
Colombia es un país con una gran riqueza natural, sus ingresos y nivel de desarrollo se consideran medios-altos según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sin embargo la comunidad coincide en afirmar que esto no se ve reflejado en la calidad de vida de sus habitantes y especialmente en el sistema de salud, pues como lo refleja un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) virtualmente el 95% de los colombianos tienen acceso a estos servicios, pero solo el 30% de ellos, pueden usarlos con frecuencia, dejando así, un 70% de las personas con la sola posibilidad de hacer uso de los servicios de urgencias.
En Barrancabermeja, un municipio con gran riqueza producto de la extracción de petróleo, la situación es igual, pues su sistema de salud también está en crisis y las quejas abundan en todos los sectores de la población, tal como lo revela la Corporación Regional Para La Defensa De Los Derechos Humanos, CREDHOS, que recibe al mes 62 quejas por la mala atención brindada en las entidades de salud, lo que arroja una alarmante cifra de más 700 casos al año.
Entre esa gran cantidad de casos que recibe CREDHOS, hay uno en particular que ha conmovido a la opinión pública porteña, es el de la bebé Shelby, de solo 3 meses de edad, quien lleva esperando más de 30 días por un traslado a un centro médico de mayor nivel; la madre de la menor, Shirley Rodríguez, comenta visiblemente afectada que: “Mi hija ya ha estado cuatro veces en la UCI, llevo un mes esperando su traslado a otro centro médico en el que puedan brindarle la atención que requiere, pero Coomeva no ha dado ninguna respuesta todavía, incluso interpuse una tutela, que no ha surtido efecto alguno”. La menor sufre de una afección en las vías respiratorias que le impide respirar adecuadamente, por ello es apremiante su traslado, pero según indica su progenitora la respuesta de su eps, es que “no hay cama disponible en ninguno de los centros médicos con los cuales tienen convenios a nivel nacional”.
Otro caso, que también ha estado en boca de los habitantes de la ciudad, es el de la madre de Orlando Patiño, que al igual que Shelby necesita ser trasladado a un centro médico de mayor nivel, pues sufrió un daño cerebro-vascular y está en una clínica de la ciudad desde el 25 de julio del presente año, sin recibir la atención que una persona con su delicado estado de salud merece. Su hijo expresa que “he puesto acciones de tutela, incluso de desacato contando con el apoyo de la personería municipal, pero la EPS no ha dado una respuesta positiva a la solicitud de traslado, ni a los medicamentos más costosos que le ha recetado el personal médico, los que han sido costeados por mi y por mi familia”.
Por otra parte, se tiene el caso de Isaías Sánchez, un adulto mayor que fue enviado a su casa por los médicos de la clínica San José, afiliado la ESE Medimas, y terminó falleciendo a los pocos días. Torcoroma, la esposa de Isaías, relata que “para mí los últimos días de vida de mi esposo, fueron muy tristes, porque él estaba muy débil, ya no se podía mover, es muy desconsolador ver a una persona que era tan activa y tan fuerte quedar en un estado de total indefensión, que no pueda valerse por si mismo, para él también era muy duro verse así, él lloraba constantemente debido a sus dolores, pero más que todo por la imposibilidad de poder moverse solo, hasta su último suspiro intentó seguir luchando con todas sus fuerzas, pero al final la enfermedad le terminó ganando la batalla y se lo llevó al cielo”, con voz entrecortada y lágrimas en sus ojos, finalmente se desvanece en llanto ante la impotencia que siente por el fallecimiento de su ser querido. Ahora, los hijos de Isaías y de Torcoroma, solo piden que se acelere el trámite correspondiente para cambiar de EPS a su madre.
Vale la pena resaltar que los tres casos aquí mencionados, son solo la punta de iceberg de un problema muy grande y de larga data, que aqueja a todos los estamentos de la sociedad colombiana, pero con especial énfasis e impacto negativo en los estratos más bajos y con escasos recursos económicos, que no cuentan con el dinero para costear los elevados precios de exámenes y medicamentes que no cubre el sistema de salud del país; además se presenta la situación, que incluso con tutela (un derecho fundamental consagrado en la constitución nacional) las empresas de salud no brindan los tratamientos adecuados a la población que necesita de ellos con urgencia.
Lo más preocupante es que la situación es cada vez más crítica, pues desde la personería municipal aseguran que en lo corrido del año ya han recibido más de 500 quejas, número que casi es igual al que recepcionaron durante todo el 2018, por lo que se estima que al finalizar este 2019 las crifra será mayor.
Además, Juan Gabriel Cadena, funcionario de la personería municipal, asegura que aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes que requieren remisión fallecen esperando y resaltó que las eps que más quejas reciben son Commeva, Nueva Eps, Medimas y principalmente Emdisalud.
Cabe resaltar que las principales quejas que reciben son por la negación de remisiones a centros médicos de tercer nivel, citas de tercer nivel por consulta externa y medicamentos.
El debate está abierto, son muchas las partes en conflicto y cada una tiene su propia versión de los hechos; lo que, si es evidente, es que el sistema de salud de la República de Colombia precisa de un cambio radical y pronto.